Un documental muestra el lado íntimo del pintor colombiano Fernando Botero
El artista aceptó mostrar la privacidad de su estudio.
Un documental muestra la faceta más íntima del pintor y escultor colombiano Fernando Botero, en lo que pretende ser el registro visual definitivo de su amplia obra, dijo hoy a Efe Lina Botero Zea, hija del artista y productora del largometraje.
"Parte del objetivo de este documental era crear el trabajo visual definitivo porque muchos vídeos y películas se han hecho en el pasado y han quedado dispersos, y la idea era recuperar ese material de archivo para que no se perdiera", afirmó tras el estreno mundial del filme durante el Festival Internacional de Cine de Morelia (oeste de México), que concluye hoy.
"Botero", retrata el lado divertido y humano del pintor de 86 años de edad, considerado un icono de la plástica latinoamericana, desde la intimidad de su estudio y lo sigue por algunas de las exposiciones recientes.
A lo largo de 80 minutos el filme muestra 305 obras de Botero desde sus inicios, cuando su estética era criticada, hasta la actualidad en la que sus esculturas en gran formato están en las ciudades más importantes del mundo.
Uno de los objetivos del proyecto es comunicar y "dar luz" acerca de cuáles han sido los intereses que ha tenido Botero a través de su trayectoria artística, más allá de ser clasificado como "el pintor de las gordas".
"Para muchos artistas es el pintor de las gordas, pero no tiene absolutamente nada que ver con eso. Lo que tiene Botero es un interés, una obsesión por el volumen porque para él en la historia del arte, el volumen es lo que comunica la sensualidad y la belleza en la forma", dice Botero Zea.
Agrega que en la parte más temprana de su carrera él tuvo una etapa de aprendizaje y búsqueda de su estilo. Una vez que el pintor lo encuentra, ello fue un momento de realización que con los años se fue consolidando.
Esa "convicción y entereza" son palpables no solo en su obra sino en otras facetas y causas sociales que el colombiano ha emprendido a lo largo de su vida, que son mostradas en el documental.
Durante 19 meses el director canadiense Don Millar siguió al artista, quien lo cautivó desde que se conocieron en una galería en Pekín (China), en 2015, durante la gran muestra retrospectiva que el maestro tuvo en ese país.
El realizador y artista plástico cuenta que quedó "sorprendido" por la universalidad del arte de Botero y por su humildad frente a miles de admiradores que asistieron a la inauguración de la exposición.
"Era un caballero colombiano que ante miles de personas que admiraban su trabajo él se mantenía tan calmado, tan paciente, y amable con todos lo que conocía, y yo pensé 'Dios, esto es para una película'", recuerda el cineasta.
"Estaba tan tranquilo y sereno en medio de tanto caos" desatado por la muestra a la que acudió más de medio millón de personas, añadió Millar, que no dudó en querer retratar ese lado suyo ante las cámaras.
El artista aceptó mostrar la privacidad de su estudio para ser objeto del documental luego de haber rechazado otras ofertas en los últimos 10 años, en parte porque su familia estaba involucrada, explica el canadiense.
El resultado es un "documental poético" en el que Botero charló con el realizador al menos una seis veces para hablar de su vida y su obra.
La cinta revela el gran sentido del humor de Botero que antes no se había mostrado, asegura Millar.
La película fue parte de las funciones especiales del Festival y será exhibida en otros eventos cinematográficos en los próximos meses.
EFE